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Cáncer de mama: Detección precoz

16/10/2019

Ya estamos en octubre y al igual que años anteriores, como ocurre en gran parte del mundo, la Sociedad Chilena de Radiología y su Capítulo de Imágenes Mamarias se adhiere a la campaña de concientización sobre el cáncer de mama.

Como contexto general debemos recordar que el cáncer de mama es el tumor maligno que afecta más frecuente a las mujeres en todo el mundo: 1 de cada 8 mujeres sufrirá un evento como éste a lo largo de su vida.  Es relevante mencionar además que el promedio de edad de las mujeres afectadas por cáncer de mama ha ido disminuyendo.

En Chile tenemos una incidencia aproximada de 4.000 casos nuevos al año y una tasa de mortalidad cercana a 14 x 100 mil habitantes (MINSAL 2015),  por lo tanto estamos frente a un problema de salud pública.

Sabemos que los avances en el conocimiento de esta enfermedad se basan en tres pilares fundamentales que son la prevención, detección precoz y avances terapéuticos.

En cuanto a la prevención, existe una necesidad cada vez mayor de llevar adelante una vida sana. Hoy se sabe que hasta un 40 % de los cánceres pueden ser evitados cambiando el estilo de vida por uno más saludable, como no fumar, restringir el alcohol, comer una dieta variada y saludable y hacer ejercicio en forma frecuente.

En cuanto a la detección precoz no queremos dejar pasar la oportunidad de difundir los beneficios de la mamografía,  ya que es el único método de imagen que ha demostrado disminuir la mortalidad por cáncer de mama en alrededor de un 15% en grandes estudios en poblaciones que son sometidas a un control periódico mediante programas de tamizaje.

En servicios de imágenes mamarias el examen que más frecuentemente se efectúa es la mamografía digital, tanto para las mujeres sintomáticas como en las asintomáticas, ya que es el recomendado por las guías médicas. En los últimos años además, se ha ido incorporando en varios centros en Chile un avance de la mamografía conocida como tomosíntesis o mamografía 3D, que ayuda a mejorar la detección de ciertos tipos de cánceres y disminuye la tasa de rellamados.

Respecto a la frecuencia de la mamografía, se recomienda realizar desde la edad de 40 o 50 años, en intervalos de 1 o 2 años dependiendo de los autores de las guías y de los factores de riesgo propios de cada individuo. La edad de término no se encuentra definida y depende del estado de salud general del paciente.

Otro examen que complementa a la mamografía es la ecografía mamaria, tanto en mujeres asintomáticas como con síntomas. Una de los aportes más importantes de la ecografía o ultrasonido mamario es que nos permite diferenciar entre nódulos sólidos y los con contenido líquido (quistes) y tiene además un buen rendimiento para diferenciar entre condiciones benignas y malignas.

Las biopsias mamarias percutáneas  derivadas de los hallazgos en mamografía o ecografía consisten en la obtención de muestras de tejido mamario cuando hemos encontrado alguna lesión sospechosa. Estas biopsias se realizan con aguja y bajo visión de imágenes que puede ser ecografía o bajo guía estereotaxica , dependiendo de bajo que método se visualice la lesión. Son procedimientos mínimamente invasivos y con un muy buen rendimiento. Su aporte es muy importante en el caso en que se diagnostique una lesión maligna ya que el conocimiento de que se está ante un cáncer y conocer el tipo de cáncer mamario permite un enfrentamiento diferente y óptimo para cada caso.

Por último la resonancia magnética complementa a los exámenes anteriores y entrega valiosa información cuando está indicada.

Como radiólogos tenemos un rol fundamental en las distintas etapas del cáncer desde la detección temprana hasta el seguimiento y control posterior al tratamiento.

“La detección temprana no sólo salva vidas sino que reduce la severidad y duración del tratamiento”.

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