Protagonistas de la Radiología Chilena
Arturo Salazar Valencia «El loco Salazar»
El profesor Arturo Salazar Valencia nació el 2 de diciembre de 1855, en el poblado de Andacollo. Hijo del Ingeniero Militar, Manuel Salazar Hinostroza, y Juana Valencia Arancibia, quedó huérfano a los 15 años. Trabajó inicialmente en la Agencia Noticiosa Havas de Valparaíso. Se hizo conocido porque instaló, entre la Intendencia de Valparaíso y la Agencia Noticiosa, el primer teléfono del puerto.
A los pocos años ascendió al puesto de Profesor de Física en los Padres Franceses, para luego pasar a igual función en la Escuela Naval. Vivía entonces de su cargo de Gerente General de la Cía. de Gas de Valparaíso, puesto que desempeñaba desde los 29 años.
La muerte marcó hitos en la vida de Arturo Salazar. En 1887 hubo una epidemia de cólera en Chile, con un trágico saldo de 50.000 muertos. Fue entonces, en el Laboratorio de la Escuela Naval, dónde Salazar junto a Carlos Newman, hicieron un trabajo sobre bacteriología llamado “NOTAS SOBRE EL ESPIRILO DEL KOLERA ASIATIKO”. En él mostraron las primeras macrofotografías tomadas en el país. Ese mismo año, publicó un informe sobre las características de las aguas de los cerros de Valparaíso y el resultado del examen clínico y bacteriológico de algunas aguas de Chile.
A estas alturas, las cosas ya estaban claras. A Salazar le interesaban los problemas sanitarios. Hizo un trabajo sobre el aire de los teatros Odeón y Victoria de Valparaíso, y del teatro Municipal de Santiago, que trataba sobre el grado de enrarecimiento del aire que se producía por el uso de gas para alumbrado.
Al cumplir 40 años y luego de llegar de un viaje a Europa, el loco Salazar (como le decían) se traslada a Santiago, invitado a colaborar con el profesor Luis Ladislao Zegers, Profesor Titular de Física de Industrial y Electrotecnia de la Escuela de Ingeniería de la U. de Chile.
En Santiago hizo sus estudios para dotar, a comienzos de siglo, a las calles de Santiago de alumbrado eléctrico en vez de a gas. Propuso que la energía eléctrica se obtuviera en base a las cascadas que existían en todo el país. En 1878, un año después del invento de Thomas A. Edison, Salazar construyó la primera máquina parlante y grabadora (gramófono). El había preparado los cilindros, grabando voces, cantos y ruidos de la naturaleza. Además construyó el primer radio-receptor y fundó la primera estación radiofónica de Chile (radioemisora). Falleció en 1943 a los 88 años.
Luis Ladislao Zegers Recansens. «Un adelantado en física»
Luis Ladislao Zegers Recansens nació en 1849. Hijo del Ingeniero, José Zegers Montenegro y sobrino de Isidora Zegers, la primera Directora del Conservatorio Nacional de Música.
Se tituló de Ingeniero a los 23 años en 1872. Fue el sucesor de Ignacio Domeyko en la Cátedra de Física de la Escuela de Ingeniería de la U. de Chile. Zegers fue el impulsor de la enseñanza de la electricidad en la universidad. Era además el secretario de la Comisión Internacional, con sede en Londres, para el estudio de los progresos en el uso de la electricidad. Fue nombrado representante del Gobierno de Francia en 1876 para esta comisión. Entre sus actividades, trajo a Chile la telefonía inalámbrica. Incursionó en la química, mineralogía y óptica. Hay numerosas colaboraciones suyas en los anales de la U. de Chile. Escribió “La cordillera de los Andes”, “La geología en Chile”, “Los progresos de la electricidad” y “La telegrafía sin hilos”. Fue organizador de la Sociedad Nacional de Minería, y creó los servicios meteorológicos del país. Zegers se hizo conocido cuando publicó un estudio sobre “El paso de Venus por el Sol”, lo que le valió la condecoración de las “Palmas Académicas” en la Exposición de Barcelona en 1882.
En 1884 la Facultad de Medicina y Farmacia de la U. de Chile propuso incluir en el plan de estudios la asignatura de Física Médica. Pero, como no había un facultativo para desempeñar esa cátedra, se propuso enviar a los estudiantes de Medicina a las lecciones del Profesor Zegers a la Escuela de Ingeniería.
Luis Ladislao Zegers falleció en Francia en 1925 a los 76 años.
José María Anríque Zuazogoitía. «Un laboratorio para la U. de Chile»
José María Anríque nació en 1859 y era miembro de una familia con 17 hermanos. Se tituló de médico en 1884 y cinco años más tarde comenzó la docencia en la asignatura de Física médica.
En 1896 el Profesor Anríque expuso ante la comunidad científica sobre el uso de los Rayos X en distintas patologías. Su tema se tituló “Los Rayos X de Roentgen”, y su exposición contó con demostraciones en el hospital San Vicente. Ante los médicos presentes, Anríque se quejó de lo que se quejaban todos en la época: las enormes dificultades para obtener los implementos necesarios. Por ejemplo, sólo el Laboratorio de Zegers y Salazar poseía una bobina de inducción capaz de estimular convenientemente un tubo para generar Rayos X. Anríque trabajaba con el Profesor de Física del Instituto Pedagógico Dr. Alberto Beutell, y en el Laboratorio de Física de la Escuela de Medicina no había bobina de inducción adecuada, ni condiciones para producir el vacío en los tubos de rayos X.

Con la llegada de Europa de una nueva bobina, además de tubos de Rayos X, los resultados mejoraron en Medicina. Anríque tuvo una nueva oportunidad de pararse frente a la comunidad científica, pero esta vez con una radiografía con fracturas en una mano, ante brazo y pie, con una calidad de imagen claramente superior. La duración de las exposiciones fueron de 5 a 15 minutos. Sin embargo, no pudo obtener radiografías aceptables del tronco (tórax), muslos y brazos, ni con exposición de hasta 30 minutos.
En 1902 finalmente los ruegos del profesor Anríque fueron escuchados. Las autoridades dotaron a la Facultad de medicina de la U. de Chile de equipos de Rayos x, siendo Anríque el jefe del Laboratorio.
Dr. José Ducci Kallens. «El universitario visionario»
El Dr. José Ducci Kallens nació en Santiago en 1884. Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Nacional e ingresó a la Escuela de Medicina en 1901. Se tituló de Médico-Cirujano en 1908. De espíritu inquieto, fue un vibrante animador de los movimientos estudiantiles de su época. Fue fundador y primer Presidente de la Federación de Estudiantes.
Al poco tiempo de egresar trabajó de ayudante del profesor Salazar en Ingeniería y del Profesor Anríque en la Facultad de Medicina. Trabajó también como profesor interino de Física en el Instituto Nacional. Fue Jefe de Clínica Neurológica en el Hospital San Vicente y Profesor Extraordinario de Física Médica.
A la muerte del Dr. Anríque en 1916, el Profesor Ducci se hizo cargo, a los 32 años, de la Cátedra de Física Médica y de la primera unidad de Radiología Clínica que existió en Chile. Como autodidacta había llegado a ser el primer radiólogo activo del país. Fue además Director y Secretario de la Sociedad Médica y Redactor de la Revista Médica de Chile.
El profesor Ducci demostró la importancia de esta nueva especialidad a través de numerosas conferencias sobre su uso y aplicaciones, creando con ello el interés por la Radiología. Hizo trabajos sobre radiología del pulmón, diafragma, cráneo, riñones, etc. También sobre corazón enfermo y aorta, alteraciones del estómago y duodeno.
El diario El Mercurio en 1931 publicó: “el universitario de grandes visiones encuentra obstáculos tras obstáculos. La masa inmensa de alumnos, la pobreza casi franciscana, la falta de colaboradores debidamente protegidos por la Universidad, todo esto impedía dar a la enseñanza que Ducci impartía el brillo que necesitaba”.
Por problemas políticos con el gobierno del General Ibáñez, fue expulsado de la Universidad en 1929. Se dedicó, con mucho éxito, a su consulta privada de radiología y a sus actividades de médico neurólogo. Montó además una fábrica de tubos fluorescentes en colores que servían para publicidad y anuncio de negocios, lo que le ayudó en parte a mantenerse en sus últimos años. A la caída del gobierno del General Ibáñez se le devolvió la Cátedra. Falleció a los pocos meses, en 1931, a causa de una afección renal. Tenía 47 años edad.
Dr. Luis Opazo Pardo. «El consolidador»
Fue el sucesor del Dr. Ducci. Nació en San Fernando en 1891 y fue ahí donde comenzó su carrera como médico Pediatra. Luego se trasladó a Santiago y trabajó en el antiguo Hospital de Niños en calle Matucana.
Durante su período, en 1952, el Servicio de Radiología se trasladó al nuevo Hospital Clínico “José Joaquín Aguirre”. Para entonces, había mejorado la calidad de los equipos radiológicos que eran de marca General Electric, Siemens y Philips. Correspondía a tecnología de la Segunda Guerra Mundial y al periodo de Post-Guerra. La protección radiológica era precaria. Recién en 1955 las Naciones Unidas reglamentaron la Protección Radiológica, y las características de los equipos.
Ya estaban en uso los medios de contraste orales y endovenosos, existía la Planografía y se efectuaban Colecistografías, Colangiografías post-operatorias, Pielografías de eliminación, Uretrocistografías, Flebografías, Fistulografías, Listero-salpingografías, Broncografías, Neumoperitoneo diagnóstico y la Radiología osteoarticular y torácica. Era habitual que los Radiólogos caminaran por los pasillos con anteojos rojos, para acostumbrarse a la oscuridad necesaria para la radioscopia.
Al doctor Luis Opazo sin embargo le tocó materializar todos los cambios por lo que lucharon durante años sus antecesores, muchos de los cuales fueron también sus colegas, como el doctor Ducci.